Salvoconducto en una cédula personal. Provincia de Granada (3/07/1939)


Emisor: El comandante militar de Orce. Redacta el salvoconducto en el envés de una Cédula personal en papel timbrado de 1938.

Fecha: 3/07/1939. "AÑO DE LA VICTORIA."

Beneficiario: un particular. Mujer de 25 años, domiciliada en Orce, provincia de Granada, soltera y profesión "s l." Sus labores.

Derecho obtenido: "circular libremente por toda la provincia de Granada."

Se trata de un curioso salvoconducto redactado y firmado en el envés de una cédula personal.


Envés de la cédula personal conteniendo el salvoconducto. Incluye fotografía.

Breve historia del Documento Nacional de Identidad

La cédula personal (los orígenes)

La cédula personal o de empadronamiento era un recibo en papel timbrado que acreditaba haber pagado un impuesto directo sobre la renta.

Al acabar la guerra no existía el documento nacional de identidad tal y como lo conocemos hoy.

La cédula personal estuvo vigente desde 1854 hasta 1944 y por tratarse de un impuesto de carácter personal, eventualmente, servía como documento identificador.

Se exigía la presentación de la cédula personal en diversas gestiones ante la Administración: para litigar en los tribunales, actos ante notarios, para desempeñar cargos públicos, o para poder ejercer la industria o el comercio. En éstas circunstancias hacía las veces de identificador de la persona.

Como era un impuesto directo sobre la renta, existían varias categorías impositivas, en consecuencia el documento aportaba información del nivel económico del titular.

Diputación Provincial de Granada. Año 1938. III Año Triunfal.

Nunca fue un documento de ámbito nacional, ni dependía de registros centralizados, era expedido por ayuntamientos y diputaciones. Tampoco había un modelo único, el diseño dependía de la administración otorgante.

Pese a la obligatoriedad legal de pagar el impuesto, estudios comparativos del censo con fuentes fiscales de finales del siglo XIX han demostrado que los mayores de 14 años que pagaban el impuesto no llegaban al 60% de la población.

Dado que el 40% restante no tenía "papeles," la eficacia de la cédula personal como control identificativo-policial era relativa.

Los escasos carnets de conducir de la época, los de colegios profesionales y los militares también servían como documentos eventuales de identificación de los ciudadanos en el primer tercio del siglo XX.

El documento nacional de identidad (D.N.I.)


Durante la dictadura del general Berenguer hubo un proyecto de convertir la cédula personal en documento de identidad que sirviera como identificación en procesos electorales.

El proyecto introducía la huella dactilar que era un avance técnico de la época, pero el advenimiento de la II república y posterior guerra civil dejó el proyecto en vía muerta.

En abril de 1938, coincidiendo con la llegada de las tropas franquistas al Mediterráneo, el gobierno de Burgos toma la decisión de crear el Servicio de Identificación Nacional, con clara vocación de instrumento de control policial.

Es frecuente encontrar en los salvoconductos la leyenda: ¡Viva Franco, Arriba España!

Se trataba del primer registro policial con carácter universal de la población española. Pretendía sustituir la cantidad de carnés y salvoconductos que habían proliferado durante la guerra.

El proyecto inicial consistía en una especie de carné de carnés que aspiraba a incluir, en un solo documento, información del estado civil, filiación, domicilio, características físicas, situación militar, aptitud para conducir vehículos, pertenencia a asociaciones, condición de funcionario y hasta el historial profesional de cada ciudadano.

El plan del Estado nacional era utópico porque incluía demasiada información para la tecnología existente en la época.

El proyecto de proveer a cada español un DNI sufrió diversos retrasos y no se inicia hasta 1944, año de publicación del decreto por el que se crea el Documento Nacional de Identidad "con carácter nacional y eficacia plena en la identificación indubitada de la personalidad individual."

El proceso de identificación de los españoles fue largo y tuvo varias fases, Franco estrenó la serie en 1952 con el número uno.

Se empezó por los presos y los que estaban en libertad vigilada. Posteriormente, se identificó a los varones que, por motivos profesionales, cambiaban a menudo de domicilio. Después los varones residentes en ciudades de más de 100.000 habitantes, posteriormente los hombres de poblaciones más pequeñas, después las mujeres que viajaban por motivos de trabajo, así sucesivamente hasta completar en 1962 el conjunto de la sociedad.