Otra Memoria: ¿Quien fue Manuel Bastos Ansart?

El doctor Manuel Bastos Ansart era un reputado cirujano cuando estalló la guerra civil.

Se le considera un pionero de la traumatología. Hablamos de una época en que no era especialidad médica, era practicada por cirujanos generalistas.

Poco antes de estallar la guerra había publicado: “Algunos aspectos clínicos de las heridas por arma de fuego”, fruto de su experiencia tras el golpe de estado de 1934, conocido como "Revolución de Asturias".

Fue un libro de consulta muy apreciado por los médicos de ambos bandos. La contienda puso de moda este tipo de conocimientos.

Lo cierto es que la guerra civil pilló con experiencia al Doctor Bastos, contaba entonces 49 años de edad y una dilatada experiencia profesional.

Nacido en 1887, empezó a practicar cirugía de guerra con 19 años de edad (eran otros tiempos), tras ingresar por oposición en el Cuerpo de Sanidad Militar.

En 1909 resultó herido en la guerra de Marruecos, el Vietnam español.

Su estancia en el Hospital cívico-militar de Alhucemas le sirvió para adquirir una rica experiencia profesional:

"Intervine así en hernias y tumores, pero también operé cataratas. El desparpajo con que yo me atrevía entonces a todo, a pesar de lo inseguro de mi técnica, me abochorna todavía profundamente.

Tanto más, cuanto que actuar en aquellos bereberes que constituían mi material clínico, me parecía algo así como hacer operaciones "in anima vili."

El doctor Bastos Ansart con los rojos.

Tuvo oportunidad de pasarse a la zona rebelde, pero prefirió quedarse con su familia en Madrid “porque nunca creí que a nadie pudiera venirle daño alguno por permanecer al lado de las víctimas de una guerra, a él confiadas.”

Jornadas interminables operando heridos en los frentes de guerra, cuenta que no sabía si era de día o de noche bajo la luz del quirófano.

Trabajaba en el Hospital Militar de Carabanchel, pero la línea del frente se acercó peligrosamente y fue trasladado al Hotel Palace, donde improvisaron un hospital de campaña. Continuó salvando vidas en el improvisado hospital.

Un día vinieron a buscarle unos anarquistas que solicitaban ayuda urgente para su jefe, un tal Durruti.

El líder anarquista agonizaba en el hotel Ritz.

No pudo salvar la vida de Durruti. Diagnosticó que la herida de bala era "mortal de necesidad" para alivio de los médicos que lo habían atendido en primera instancia.  No se atrevían a operarlo porque temían que personaje tan famoso muriera en sus manos y fueran acusados de traición.

La prensa informó que Durruti había sido muerto por una bala "fascista" en la Universidad Complutense, sin embargo, el doctor asegura en sus memorias que oyó decir a sus escoltas que lo habían disparado sus propios compañeros.

Acabó la guerra operando en el Hospital Sueco-Noruego de Alcoy. Un hospital financiado con una campaña de ayuda humanitaria al pueblo español.

Hospital Sueco-Noruego de Alcoy, fue utilizado como prisión al acabar la guerra.

Los escandinavos exigieron que el hospital fuera dirigido por un médico de prestigio y fue propuesto para el cargo. El doctor Bastos accedió a dirigir el equipo quirúrgico, pero se negó a representar el cargo (más político) de gerente del hospital.

Posguerra del doctor Manuel Bastos Ansart.

Una vez acabado el conflicto, las nuevas autoridades le tomaron la matrícula por no haber querido unirse al "Movimiento". Uno de sus discípulos lo detuvo y se lo llevaron preso.

"Cuando me puso a la firma un papel en el que yo aparecía como procesado «por auxilio a la rebelión», me negué protestando en la forma más viva ante tal sin razón."

El juez escuchó sereno y le aconsejó que no adoptara "actitudes de rebeldía", su caso era un "caso claro", todos sabían que estaba libre de toda responsabilidad.

Sin embargo, el proceso se complicó porque otro miembro del Tribunal había perdido a su hijo: “un joven médico que tenía toda su ilusión en trabajar conmigo y que había sido asesinado por los rojos”.

Su mujer hizo todo lo posible para retrasar su comparecencia ante el Consejo de Guerra: “el cese de las hostilidades no había traído la paz a los espíritus y en aquellos días los tribunales pronunciaban penas de extremada dureza”.

Antes de la guerra, Millán Astray había declarado que el doctor era "un bienhechor de los legionarios" por su labor pionera al frente del "Instituto de Cirugía Ortopédica y Reeducación", por su labor pionera en la rehabilitación de minusválidos y mutilados de la guerra de Marruecos.

Sin embargo, el fundador de la legión se negó a interceder en su favor. No le perdonó que no hubiera querido unirse al "Movimiento".

Le cayeron 12 años de cárcel.

Sus propios compañeros lo mantuvieron drogado una temporada, firmaron los partes necesarios para que fuera declarado “demente” y no cayera en prisión.

Después de muchas gestiones (le apoyaban personas influyentes del bando vencedor que "deseaban les asistiera"), finalmente, fue recluido en un hospital, donde pudo seguir practicando su verdadera pasión: la cirugía.

Terminó de cumplir condena como cirujano en régimen de tercer grado.

Le expulsaron del ejército, perdió de su puesto en el hospital Militar de Carabanchel y le prohibieron ejercer en centros oficiales. Una vez libre, emigró con su mujer a Barcelona, donde montó una consulta privada que tuvo gran éxito.

Retrato del Dr. Manuel Bastos Ansart

Fruto de su larga experiencia profesional era considerado una eminencia mundial en el tratamiento de heridas de guerra. Dio conferencias en los principales congresos internacionales de la época y publicó numerosos libros.

Sus tratados fueron utilizados en las facultades de medicina de medio mundo: Cirugía y Ataraxia, Mecanismos del movimiento en el hombre y en los animales, Notas para el estudio de la bóveda plantar y sus deformaciones, Tratado de patología quirúrgica general, Tratado de operatoria ortopédica y traumatología, La osteosíntesis, etc. Sus libros pueden encontrarse todavía en las librerías de viejo.

Anciano y jubilado, Manuel Bastos Ansart escribió un libro de memorias titulado: “De las guerras coloniales a la guerra civil. Memorias de un cirujano.” Sin duda, una vida digna de ser contada y de donde ha salido la mayor parte del contenido este artículo.

Murió con 85 años de edad a consecuencia de una fatal caída bajando las escaleras del Gran Teatro Liceo de Barcelona.

El doctor era gran amante de la ópera. Se aficionó de estudiante cuando entró a formar parte de la clac del Teatro Real de Madrid.


Esquela publicada en el ABC de Madrid.

6 comentarios:

  1. En Majadahonda tiene dedicada una calle, localidad con la que guarda una estrecha relación.

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  2. Muy interesante la biografia del gran doctor

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  3. Hasta ahora no sabía porqué una de las calles del barrio en Majadahonda se llamaba "calle del Dr Bastos ,tras la guerra civil no los ángeles se libraban de la ignominia.

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  4. Su hijo operó dos veces a mi hermano. Me gustaría saber qué fue de el, ya que solo sale información del padre

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    1. No tengo ni idea. Solo me interesé por la vida del dr Bastos-padre que se puede conocer por sus memorias.

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  5. Mi amigo fue operado por el Doctor Bastos en el campo de concentración de Alicante por eso salvo el brazo ya era famoso médico siempre habló bien de el hoy me acordé y busqué y si aquí esta

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