En la España roja (Ksawery Pruszynski)




En la España Roja, de Ksawery Pruszynski.


“En la España roja” son un conjunto de crónicas que Ksawery Pruszynski escribió entre 1936 y 1937 para la revista polaca “Wiadomosci Literackie” (Noticias Literarias).

En ellas recoge sus vivencias recorriendo España durante la guerra civil.

Cuando volvió a Polonia, Pruszynski las recopiló en un libro, que resultó uno de los primeros editados en el mundo sobre la guerra civil española.


Pruszynski ¿Un friki.?


Además de periodista, Pruszynski era historiador, y escribió para el público polaco sus vivencias e impresiones en aquella España convulsa.

Resulta chocante que una revista cultural polaca envíe un corresponsal a visitar el pueblo de Dulcinea,
pero si lo hace a los pocos días de abrirse la veda, la cosa ya es de traca.

Pruszynski iba por libre.

Apenas hablaba español, pero no piensen que se trata de un guiri-cultureta que no se entera de nada.

Al contrario, a Pruszynski le basta contrastar lo que le cuentan con lo que ve,
y muchas de las cosas que vivió no necesitaban traducción.

Como el día que le dolía una muela:

“Preguntamos a los guardias por un dentista.
Nuestra pregunta les pareció extraña.

Nos dijeron que sería difícil encontrar uno. 

- ¿Ni siquiera en Linares.? 

-Tampoco -nos respondió uno de los guardias-. 
Si no recuerdo mal había dos, pero como eran de Gil Robles los matamos el primer día.

Por suerte en Linares había otro dentista más que, como al parecer no era partidario de Gil Robles,
había logrado salvar la vida: de paso se había quedado con la clientela de sus otros dos colegas dentistas y de al menos otros dos médicos más que también...” 

El que sepa como actuaba la censura sobre los corresponsales extranjeros, se extrañará que dejaran publicar estas cosas a Pruszynski.

En mi opinión, la explicación es más simple de lo que parece:

¿cuantos españoles sabían polaco en 1936?

Con la llegada de las Brigadas Internacionales, es posible que llegara algún voluntario que supiera polaco, pero soy de la opinión que Pruszynski publicó lo que le dió la gana porque nadie entendía lo que decían sus crónicas.

Sin embargo, y contrariamente a lo que pudiera parecer, su obra no es un alegato contra la república.

No está planteada para provocar rechazo o adhesión política.

De hecho, sus crónicas tampoco gustaban a los polacos de derechas.

Europa estaba muy polarizada en aquella época.

“Sin embargo, me atrevo a afirmar que la revolución popular hacía bien en dejarse guiar por sus instintos cuando dirigió toda su fuerza contra la iglesia y sus conventos...” 


Posado de milicianos con una momia.

Para la izquierda polaca, Pruszynski era el típico terrateniente conservador,
mientras que para la derecha, era un aristócrata que iba de progre por la vida.

Sin embargo, yo creo Pruszynski trata de analizar la realidad que le rodea con rigor y nos da una perspectiva que resulta muy interesante hoy día.

Sus “claves” para entender el conflicto y los “paralelismos” con la historia de su propio país,
nos muestran un historiador que intenta comprender la realidad.

Sus observaciones se alejan de los tópicos y la propaganda de los grandes medios de comunicación extranjeros de la época y que perviven en nuestros días.

El libro tardó 70 años en publicarse en España, porque no encajaba con las tesis oficiales de la historiografía franquista.

Hubo que esperar hasta 2007, para que fuera publicado en español, aunque en honor a la verdad, no despertó gran entusiasmo editorial.

Sigue siendo un libro para frikis.

Democracias populares después de la II Guerra Mundial en el Este de Europa.

Al régimen comunista polaco posterior a la IIGM tampoco le gustaban los matices.

"En la España roja" fue reeditado clandestinamente en Polonia en 1986, y era requisado por la policía a la intelectualidad polaca.

Pruszynski también fue corresponsal en la IIGM, pero murió joven en un accidente de carretera.

Paul Preston ni siquiera lo menciona en su “Idealistas bajo las balas - Corresponsales extranjeros en la guerra de España.”

Quizás el polaco no sea suficientemente "idealista" para Preston. ☺

Pruszynski le echaba bemoles.


Pruszynski fue uno de los pocos periodistas capaz de entenderse con los tanquistas rusos que participaron en la defensa de Madrid:

-Isspanskaya dyeryevnya (casa española)
- me explicó moviendo la cabeza- 
no es como nuestra Russkaya dyeryevnya (casa rusa).

No es de dyeryevya (madera)
- dijo como quien constata un gran descubrimiento-:
no la atravesarás como la nuestra,
a lo largo y a lo pyeryeryez (ancho.) 

Aqui las casas son de piedra. 

Se trataba del primer contingente de ayuda militar de Stalin a España y nuestro protagonista estuvo en medio del fregao.

Carros de fabricación soviética, en un pueblo de Toledo.

Su valía como periodista es incuestionable:
para hablar con un tanquista soviético en el mismísimo frente de Madrid,
además de saber ruso, hay que echarle muchas pelotas... arrimarse donde silban las balas.

No todos los corresponsales pueden decir lo mismo.

Periodistas consagrados por la historia escribían sus crónicas sin salir del bar del hotel,
periodistas famosos que publicaron crónicas de tanques hundidos y tripulaciones ahogadas en las “profundas” aguas del río Manzanares, un río que puedes cruzar a pie sin mojarse el ombligo...

“En la España roja” es un libro entretenido y de fácil lectura, un libro que describe un montón de anécdotas y situaciones, que seguro sorprenderán al lector.

Sus crónicas de los primeros días en la Barcelona revolucionaria no tienen desperdicio.

Incluso asistió a una corrida en la Monumental de Barcelona:

“La revolución no había alterado las distracciones tradicionales.

Bueno, sólo había dos nuevos detalles:

en el cartel se decía que los toros de la corrida pertenecían a la ganadería de unos ex-marqueses y ex-condes.

La revolución, la última, la verdadera, había añadido este -ex.

La revolución también había añadido en el cartel la coletilla: 

(La corrida se celebrará con la colaboración de la milicia popular.) 

Lo más interesante es que sus reflexiones sobre la Fiesta Nacional, tienen perfecta vigencia en la polémica actual sobre la tauromaquia.

*    *    *    *

Entrevista al Doctor Gregorio Marañón.


El libro incluye una interesante entrevista al Doctor Gregorio Marañón, celebrada durante su exilio en París.

Marañón había escapado a París en Noviembre del 36 porque se sentía amenazado después de sufrir dos detenciones ilegales.

Escapó del Madrid "rojo", aprovechando una invitación para dar una conferencia en la Universidad de La Sorbona, de la que era doctor honoris causa.

Marañón había firmado poco antes un manifiesto de “Adhesiones de intelectuales a la República” (publicado en ABC el 31 de Julio de 1936), sin embargo la entrevista contribuyó a dañar la credibilidad internacional del Gobierno republicano.

*    *    *    *

En la verde Euzkadi.


Polonia es un país profundamente católico, fruto de una histórica lucha por la independencia contra varios imperios:
primero el turco (musulmán), después el ruso (ortodoxo) y finalmente el austrohúngaro (protestante).

Hoy sabemos como acabó la cosa tras la IIGM

El catolicismo ha proporcionado unión espiritual al pueblo polaco, como lo hicieron en España las invasiones musulmanas de la alta edad media.

En este contexto, Pruszynski muestra su simpatía por una región separatista,
donde (a diferencia de lo que ocurría en el resto de la zona republicana),
se respetaba a curas e iglesias.

Pruszynski fue testigo de actos de sacrilegio en Madrid, Barcelona y algunos pueblos de Andalucía.

Aunque justificaba que el pueblo "hacía bien en dejarse guiar por sus instintos", lo cierto es que aquello le repugnaba.

El capítulo “En la verde Euskadi” contiene una histórica entrevista con el que fue primer lehendakari de la historia:

José Antonio Aguirre.

Aguirre había jurado el cargo el 7 de Octubre de 1936, un mes después de que los sublevados tomaran Irún, cortando la frontera con Francia.

Con Álava y el bajo Bidasoa en poder franquista, buena parte de los cargos electos no pudieron ni acudir al acto.

- En la vida de una nación no hay límites.
Sólo etapas.
El estatuto es una etapa.
Una etapa muy necesaria, indispensable y que valoramos mucho.
Pero es tan sólo una etapa.

Gracias al estatuto nuestra raza seguirá avanzando por su camino.

Aguirre habla del primer estatuto vasco, un estatuto que se había aprobado en Valencia, donde había huido el Gobierno Republicano y aprobado en un Congreso con la mitad de los diputados muertos, exiliados o en paradero desconocido.

Si cambiamos "raza" por "pueblo" las declaraciones de Aguirre a Pruszynski, recuerdan a las de cualquier dirigente del PNV de nuestros días.

Aguirre murió exiliado en París, después de colaborar unos años con el FBI en labores propagandísticas y de espionaje en Europa y Latinoamérica:
se dedicaba a espiar a los políticos republicanos con los que compartía exilio, a los que consideraba peligrosamente próximos al comunismo soviético. (pág. 182)

*    *    *    *

Los libros de testimonios permiten al lector formarse un criterio personal y directo sobre los hechos.

No tienen los filtros, matices e interpretaciones con las que los sesudos historiadores nos pretenden apuntalar o justificar sus propias ideas.

En la España roja de Pruszynski es el relato vivo de un intelectual que intenta explicar a sus compatriotas las causas internas de una guerra civil, en un país donde encuentra numerosos paralelismos históricos con el suyo propio.

“Esta guerra ha sido hasta ahora una guerra controlada.

Cada vez que los blancos obtenían una clara ventaja,
los rojos conseguían recibir suministros soviéticos.

Cuando la superioridad de los blancos se tambaleaba,
sus transportes conseguían atravesar el mar furtivamente
(...)
querían evitar que,
al otro lado de los pirineos,
se instalase el comunismo o el fascismo."

Por todo ello, Pruszynski aporta una perspectiva y enfoque muy interesantes para el lector del siglo XXI.

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