En todas las guerras de este mundo siempre hay un capítulo tragicómico, naturalmente a juicio de los espectadores de un futuro lejano, porque a los protagonistas maldita la gracia que les hizo. En "La guerra civil en el mar" este capítulo queda reservado para "La invasión de las Baleares" o "La conquista de Mallorca" que con estos y otros nombres mas o menos creativos se conoce.
Una batalla olvidada.
Es un tema sobre el que se ha escrito muy poco por parte de los dos bandos enfrentados, señal de que ninguno estuvo muy orgulloso de su participación. Incluso hoy, hay una versión prácticamente diferente en función de qué autor escojamos seguir y creernos. Puede parecer imposible, pues los hechos no están ya en discusión, y sin embargo las versiones de porqué ocurrió y la responsabilidad de cada quién sí que siguen rodeadas de una niebla impenetrable. Posiblemente esto se deba a que el motor de esta operación fue la Generalitat catalana, con Companys al frente, y haya un intento voluntario por parte de las actuales autoridades de Cataluña de mantener intacta su figura, "olvidando" su participación en estos asuntos conflictivos para su reputación de "héroe nacional".
Para evitar tanta controversia en este asunto, he escogido seguir "El eco de los pasos" de Juan García Oliver en caso de dudas, puesto que tuvo una información de primerísima mano. Un "libro maldito" de nuestra guerra civil escrito con 71 años y no a modo de autobiografía, como el autor aclara, sino para dejar su versión supuestamente "real" de diferentes sucesos que ocurrieron a lo largo de su vida y que habían sido malinterpretados cuando no directamente falsificados por sus rivales. Personalmente, tengo tendencia a creerlo en general. Primero porque no oculta sus asesinatos a sangre fría, como la mayoría. Y segundo porque cuando en un tema conflictivo no tiene nada que justificar, se calla y no miente (como por ejemplo sobre Paracuellos y su enfrentamiento con Melchor Rodríguez. No dice ni una palabra. Luego da por buena la versión de Melchor).
La guerra civil en Cataluña.
Primero haré un breve resumen de la situación política catalana el 1 de Agosto. La sublevación en Barcelona, encabezada por el General Goded pero no seguida por el teórico jefe de la división, General Llano de la Encomienda, fracasó el día 19 de Julio. En parte por el apoyo decidido a la República por parte de las fuerzas del orden, incluyendo la Guardia Civil, y en parte por la fuerza de las milicias anarquistas encabezadas por el trío García Oliver-Durruti-Ascaso. Este último cayó en la refriega. De modo que al rendirse los sublevados el 20 de Julio y hacerse los anarquistas con los arsenales militares, quedaron armados unos 30.000 milicianos y unas 5.000 personas entre todas las fuerzas de seguridad juntas, según cálculos de Hugh Thomas
Ese mismo día 20 y el siguiente, 21 de Julio, Durruti, García Oliver y Abad de Santillán (que sustituía a Ascaso), fueron a ver a Companys que, al comprender su inferioridad numérica, se puso a su disposición teóricamente para ser simplemente su gestor. Y así se creó el Comité Central de Milicias Antifascistas de Cataluña (CCMA) que en adelante debería ser el verdadero gobierno de Cataluña. Al menos, así lo creían los líderes anarquistas, empezando por García Oliver.
Que todo había sido una obra de teatro, lo comprendieron bastante pronto. El 24 de Julio, sólo TRES días después, Durruti abandona el CCMA con una columna improvisada de unos 2.500 milicianos a la que se fueron añadiendo grupos mas pequeños hasta llegar a unos 6.000 hombres. Tenía intención de apoderarse de Zaragoza, contra los consejos de todo el CCMA, incluyendo García Oliver. Lógicamente su columna se estrelló contra las defensas Zaragoza, así que instaló su campamento en Bujaraloz, donde acudió toda la prensa internacional a convertirlo en un mito... aunque no consiguiera avanzar ni un solo metro mas.
Este aventurerismo que hoy nos parece tan poco lógico, partía de la idea errónea de que un grupo de milicianos valientes y arrojados aplastarían fácilmente a los cuatro señoritos que se habían sublevado con la ayuda de un ejército cuya mayoría de soldados simpatizaban con los republicanos y que solo mantenían la rebelión por miedo a sus mandos. Bastaba con apretarles un poco para que deshicieran como un terrón de azúcar.
Una columna anfibia ataca Baleares
De aquí salió la idea de invadir las Baleares, cuya única isla fiel a la República era Menorca. La idea la tuvo un teórico Capitán de aviación, Bayo, con un expediente de lo mas dudoso pues había luchado con el mismo grado de Capitán de Tierra en la guerra de Africa a las órdenes de Franco hasta 1927, para reincorporarse al ejército del aire con el mismo grado ya en la República. Bayo le propuso la idea a su jefe superior, el teniente coronel Díaz Sandino, Conseller de Defensa del gobierno de la Generalitat, ofreciéndose a ir él personalmente al mando. Companys aceptó la idea e incluso presionó a Giral, ya Presidente del Gobierno y a la vez ministro de Marina para conseguir los barcos necesarios. En Madrid no les pareció una buena idea, pero dado el caos existente se despreocuparon del asunto.
Esto fue suficiente permiso para Bayo, que se dedicó febrilmente a organizar la expedición y reclutar voluntarios a pesar de que según el coronel Vicente Guarner, subsecretario de Defensa de la Generalitat y director de la Escuela de Estado Mayor
"no parecía el más indicado por sus conocimientos de la profesión, su falta de espíritu organizador y sus condiciones personales de vanagloria y arrogancia, para ejecutar el difícil mando de una expedición efectuado con fuerzas milicianas defectuosas, sin medios de guerra suficientes, que implicaba una gran complicación y presentaba obstáculos, puede decirse que imposibles de vencer".Y a partir de aquí, se acaba la unanimidad. Ya desde este punto tan temprano, los historiadores que han abordado el tema son incapaces de ponerse de acuerdo. Ni siquiera en la fecha de salida de los barcos ni en el número de hombres a bordo. Así que intentaré hacer mi propio resumen según mi criterio personal e informando puntualmente de quién tomo cada dato.
El día 2 de Agosto zarpó Bayo en un destructor, "Almirante Miranda" y un mercante hacia Menorca (según García Oliver) entonces en manos republicanas y que pensaba convertir en la base de sus asaltos. Iban con él unos 800 hombres en el destructor que desembarcaron en Mahón el día 3 (1). Casi inmediatamente Bayo volvió a Barcelona en el destructor a recoger mas hombres y equipo. Mi idea es que el mercante, cargado de soldados, quedó fondeado cerca de la salida de Barcelona pero en altamar para no tener que volver a entrar a puerto, ya que toda la maniobra se hacía a espaldas del CCMA. De modo que el día 5 de Agosto, Bayo, con el "Almirante Miranda" cargado con otros 1.300 hombres y el mercante, partió rumbo a Valencia donde le esperaba otro aventurero, un capitán de la guardia civil llamado Uribarri con unos 300 hombres para participar en la "gesta" en nombre de la Generalidad Valenciana. Esta relativamente pequeña tropa estaba embarcada en el destructor "Antequera" y llevaban como barco de apoyo al "Mar Cantábrico" (otros autores dicen que era el "Ciudad de Cádiz")(2). Y desde ahí parten los 4 barcos juntos al puerto de Mahón en Menorca, un magnífico refugio en manos de la República.
Era de suponer que tanto secretismo y maniobra fuesen para coger por sorpresa tanto al CCMA anarquista como a los franquistas de las islas. Pero nada mas lejos de la realidad, hasta el punto de que el 5 de agosto, el diario La Vanguardia de Barcelona publicó dos fotografías del Almirante Miranda con un título que decía "Preparando el desembarco en Mallorca".
La Vanguardia. 5/08/1936. Pág.3 |
Pero en las Baleares ya se conocía perfectamente la llegada de la expedición, así que el mismo 2 de Agosto ya salieron en hidroavión de Mallorca hacia Roma dos personalidades de las islas a pedirle ayuda a Mussolini (3) en vista de que su mensaje de petición de auxilio a Franco solo había tenido esta respuesta: «A toda costa deberá defenderse Mallorca fusilando a quien desfallezca. Salud, Patria y existencia isla lo exigen» (4). Es decir, "apañaros como podáis, que bastantes líos tengo ya".
Un ejército "popular" heterogéneo.
Para comprender lo que ocurrió a continuación, es mejor hacer una pequeña pausa para comprender quién formaba la tropa de unas 3.000 personas que desembarcó en Menorca. Por un lado iba Bayo, con una especie de "guardia de corps" de 50 leales porque no se fiaba de sus propias tropas, una mezcla de milicianos voluntarios de PSUC, FAI, una centuria de extranjeros, ESTAT CATALÁ, CNT, ESQUERRA y ACCIÓ CATALANA. Todo un cóctel. Y como guinda estaban Uribarri y sus 300 guardias de asalto, guardias civiles y carabineros. Tampoco faltaban la prensa, para inmortalizar la conquista y hasta 3 responsables políticos encabezados por Angel Galarza (futuro ministro) que se dedicaron a dar mitines por Menorca desde el día 3 de Agosto (5).
La prensa anarquista de Barcelona informa sobre el frente balear. |
Ante tal batiburrillo, Bayo decidió empezar por lo cómodo. Así que se presentan el 7 de Agosto con los dos destructores, "Almirante Miranda" y "Antequera", delante de Formentera, cuya guarnición (22 soldados, 9 guardia civiles, un caporal, y algún carabinero) se rinde sin lucha (6).
Luego se van a por Ibiza, pero aquí no se rinden (hay mas tropas). El día 8 de Agosto, tras los consabidos cañoneos de los destructores (aquí la población civil que sufre el ataque costero no tiene la misma importancia para algunos historiadores que la población republicana que mezclada con los milicianos huyó por la carretera de Almería a la caída de Málaga), desembarcan en un extremo de la isla y, cuando las fuerzas nacionales se les enfrentan, Bayo reembarca parte se sus tropas y desembarca en Santa Eulalia que está desprotegido, cogiendo a los nacionales entre dos fuegos y provocando su rendición el día 9 de Agosto, en que entran tranquilamente en la capital.
Y a partir de aquí empiezan a torcerse las cosas. Uribarri va plantando la bandera valenciana en las islas conquistadas y Bayo, la catalana. A Uribarri se supone que le ha dado el mando supremo de la expedición el PSOE y Madrid y a Bayo, Companys y Barcelona. Así que se monta una trifulca para ver quien es el jefe, con Galarza y los dos jefes socialistas de testigos. Al final gana Bayo (tenía evidentemente mas "razones" o sea milicianos) y Uribarri se vuelve con su tropa por donde ha venido, dando por finalizada su parte de la "reconquista balear".
Para dar descanso a la milicia de tanto esfuerzo, Bayo concentra a sus hombres de nuevo en Mahón, y vuela en hidroavión a Barcelona donde le recibe un emocionado Companys por la repercusión que sus aventuras, divulgadas por la prensa que llevaba a bordo, han tenido en todo un territorio republicano tan necesitado de "héroes"... para volver inmediatamente de regreso, porque las cosas se estaban poniendo feas con el CCMA que se olía una jugada de Companys para quitárselos de encima y en cualquier momento podían mandar radiotelegrafiar una orden para fusilar sobre el terreno a Bayo y que volviera la expedición. De entrada el CCMA, a instancias de Garcia Oliver, levantó un acta, aprobada por unanimidad, donde quedaba constancia de que "la expedición había salido sin autorización ni conocimiento del CCMA y que éste se desentendía de la empresa hasta que sus responsables no reconocieran su autoridad ni se sometieran a sus resoluciones" (7).
Este miedo al CCMA provoca, según Bayo, una aceleración en sus planes, Su idea original era tomárselo con calma instruyendo a voluntarios de las dos islas conquistadas y Menorca, mientras los nacionales concentrados en Mallorca se veían cada vez mas debilitados al encontrarse aislados de los demás. Parecía una buena idea, pero no contaba con Mussolini y esos olvidos son imperdonables en una guerra.
En cualquier caso, el día 16 de Agosto se hace a la mar con unos 8.000 hombres y toda una flota impresionante: dos destructores Almirante Miranda y Almirante Antequera, varios cañoneros, los buques de transporte Ciudad de Barcelona, Ciudad de Cádiz, Ciudad de Mahón, Ciudad de Tarragona, Isla de Tenerife y Mar Negro, el buque de carga Mar Cantábrico y el buque hospital Marqués de Comillas, junto a un puñado de embarcaciones mas pequeñas. Además contaba con bastantes hidroaviones que estaban en Mahón o llegaron de Barcelona.
El día D: el desembarco de Portocristo.
Y aquí comete su primer y fatal error. Decide desembarcar en Portocristo, una zona muy alejada de la capital, Palma, y desde ahí profundizar por tierra hasta conquistar la capital en vez de seguir el plan lógico: Asaltar directamente el puerto tras un cañoneo por parte de todas las unidades y desembarcar con las lanchas que llevaban los 8.000 hombres contra una guarnición calculada en 600 hombres (la guarnición total de la isla eran 1.200 hombres repartidos por diferentes puntos).
¿Porqué no lo hizo así?. Hay decenas de excusas, muchas del mismo Bayo como la de que buscaba provocar un alzamiento contra los nacionales en la isla, pero suenan a inventadas después de su derrota o a justificaciones posteriores de la propaganda republicana. Mi opinión personal es que no marchó directamente a Palma porque sabía que sus tropas se negarían a desembarcar enfrentándose al fuego directo de la guarnición, por grande que fuera su superioridad, Tenía que desembarcarlas en un sitio donde no fueran recibidos a tiros, fijando a los nacionales en Palma mediante ataques de barcos e hidroaviones, conquistar Manacor y luego intentar de nuevo la maniobra que le había salido tan bien en Ibiza: un segundo desembarco por la retaguardia cuando salieran a frenarlo las tropas que defendían la isla.
El caso es que para entonces los nacionales no habían estado quietos. Han apresado a todos los elementos "simpatizantes" republicanos para evitar una sublevación interna y han reclutado a unos 2.000 voluntarios, falangistas o no, para reforzar la guarnición y a los 300 guardias civiles y de asalto que quedan en el isla, lo que ya hace un ejército decente, mas de lo que soñaba Bayo. Además, esperan los prometidos refuerzos italianos, unos dicen que comprados por suscripción popular, otros que por los millonarios de la isla y otros a cuenta de los intereses de Mussolini (había pedido 3 millones de pesetas por los refuerzos), que ve la ocasión de apoderarse "de facto" de Mallorca sin casi hacer nada. La respuesta mas lógica es de todo un poco.
Así pues, a partir del 16 de Agosto desembarca todo el ejército republicano en Portocristo y Punta Amer, un sitio rodeado de montañas y cuya única salida eran pequeñas carreteras y caminos. Aprovechando la sorpresa (evidentemente no los esperaban por ahí precisamente), aprovechan el 17 y días siguientes para progresar 12 km. hacia Manacor, primer objetivo de importancia, pero las condiciones abruptas del terreno se imponen y pronto son frenados por las fuerzas nacionales que se limitan a aplicar una sorprendente estrategia defensiva en profundidad, a la luz de la ingente cantidad de trincheras y parapetos que han aparecido en los últimos estudios. El coordinador del proyecto, Manuel Aguilera, señala que les ha sorprendido lo fortificada que estaba la defensa del bando nacional.
La cosa se pone fea.
Una vez frenados y desgastados, Bayo se da cuenta que no tiene nada que hacer y manda dos emisarios a Barcelona a pedir refuerzos al CCMA sin decirle nada a Companys de lo dramática de su situación. Así pues sus emisarios aceptan la autoridad del CCMA y éste manda dos comandantes de su confianza, Guarner y Duran Rossell a comprobar como están de verdad las cosas sobre el terreno y decidir si siguen adelante o reembarcan las tropas.
Dos días después y ante los informes de los comandantes de la imposibilidad de reembarcar las tropas bajo el fuego enemigo, el CCMA decide mandarle a Bayo artillería pesada del 7,5 y de montaña, mas camiones y pertrechos varios, así como al acorazado "Jaime I" y al crucero "Libertad" para que con su artillería lo apoyaran desde el mar.
Pero también los nacionales ya han recibido refuerzos. Mussolini, en la mejor tradición medieval, manda a un "condottieri" fascista, un mercenario aventurero autodenominado "Conde Rossi" (Arcovaldo Bonaccorsi) y con él una pandilla de 50 hombres entre aviadores, mecánicos, etc, todos "voluntarios" a sus órdenes para poner orden en la defensa.
Traen prestados o comprados (nadie lo tiene claro) 3 bombarderos Savoia Marchetti S-81 (los buenos. No confundir con otros de nombre parecido) y 3 cazas Fiat CR-32 (luego llamados popularmente "chirris") que les llegan el día 26 de Agosto en un barco italiano provisto de todo tipo de material (hay quien afirma que fueron dos) que sortea tranquilamente el bloqueo que los submarinos republicanos se supone que habían puesto en el puerto de Palma. Hay quien dice (Martinez Bande) que todos llegaron juntos, pero prefiero creer la versión de Manuel Aznar de que el "Conde" y su grupito de la "Aviazione legionaria" empezaron a llegar ya el día 18 trayéndose los aviones en un par de viajes.
Con eso y la palabrería del "Conde Rossi", un fenómeno al parecer motivando a los voluntarios, éste se hace con el control de las tropas nacionales como delegado de Mussolini por el sistema "o mando yo o me voy con mis mercenarios" tras unas tensas reuniones con los mandos franquistas, a los que acusa de cobardía, el día 30 de Agosto en que estos no tuvieron mas solución que tragar. Rehace la organización de las tropas, presta especial apoyo a los voluntarios falangistas (a los que pone de nombre de guerra "Los Dragones de la Muerte", todo un puntazo) y destruye sistemáticamente a Bayo y a sus refuerzos de Barcelona.
Propaganda italiana sobre el conde Rossi: "Todos lo aman en Mallorca" |
Su método es sencillo y eficaz. Empieza por utilizar su aviación para aislar a Bayo y sus hombres de sus barcos, derribando con sus cazas a los frágiles hidroaviones repúblicanos que se le ponen a tiro y los deja prácticamente sin defensas aéreas, obteniendo una completa superioridad aérea. Luego, ya sin molestas interferencias, utiliza los S-81 y los CR- 32 para bombardear al "Jaime I" y el "Libertad" el día 2 de Septiembre, poniéndolos en fuga.
Una derrota que no gusta a nadie.
A partir de aquí ya todo se convierte en una huída generalizada de los republicanos ante la sorpresa de los propios nacionales. Los ataques desde el aire en zonas de difícil defensa, el riesgo de que los barcos huyan y la presión de los 3.500 efectivos nacionales apoyados por artillería de todo tipo, incluso piezas preparadas para desguace, hunden su moral. Ante la terrible situación que le describen, Largo Caballero estrena su cargo de Presidente de Gobierno ordenando la retirada en la noche del 4 al 5 de Septiembre, lo que se realiza con tal desorden que además de dejar montones de material, artillería, etc, al enemigo, se abandona a grupos aislados que estaban realizando otras misiones y a los que no se avisa.
Es el caso, por ejemplo, de un Hospital de campaña. Su suerte consiste en que el movimiento de reembarque es tan inesperado por los nacionales que no lo obstaculizan.
Cuando Bayo llega derrotado a Barcelona se le hace un Consejo de Guerra, pero a nadie le interesa remover mucho la historia, así que sale absuelto. Pero esto no dejó de pesar como un baldón a lo largo de su historia, pues cuando fue destinado a ayudar a Modesto para la batalla de Brunete, éste no quiso saber nada de él y le obligó a coger otro destino en la retaguardia... a pesar de tener ya el carnet del PCE. Terminó la guerra como "agregado militar en el Ministerio de guerra". O sea, nada. Se exilió a México en el 39.
El resto de la historia también fue bastante triste. Unas columnas de 500 milicianos llegaron a Ibiza el 9 y 10 de Septiembre y fusilaron a todos los presos que encontraron y practicaron otros desmanes. Fue el comienzo de una represión feroz en las islas. Pero militarmente poco iba a durar ya el asunto, porque el 19 de septiembre, tropas nacionales ocupan Ibiza y al día siguiente, Formentera y Cabrera, desarrollándose otra cruel represión, pero del otro bando, tanto en las islas reconquistadas como en la propia Mallorca.
El "Conde Rossi" actuó durante casi un mes como un auténtico virrey en Mallorca, renombrando incluso la principal calle de Palma de Mallorca, la Rambla, como Vía Roma, y la adornó con estatuas de Águilas romanas. Mussolini lo condecoró como "Cavaliere dell'Ordine militare di Savoia" con una placa con leyenda especial «Con magnifica audacia, indomabile valore e grande perizia, in soli sedici giorni strappava al nemico quattro volte superiore di numero, le isole di Mallorca, Ibiza e Formentera.». Isole Baleari 25 agosto-16 settembre 1936. A principios de 1937 marchó con el CTV italiano a la conquista de Málaga y fue uno de los pocos militares italianos que acabó con condecoraciones de 3 países distintos (España, Italia y Alemania). Y además murió de viejo en 1962.
Todo lo que se pretendía conseguir con la conquista de las Baleares, fue un rotundo fracaso. No solo quedaron las islas en manos nacionales, sino que Mallorca, su puerto y su aeropuerto, quedaron casi en propiedad de Italia hasta el fin de la guerra, utilizándolos a su santa voluntad para bombardear puertos y ciudades como Barcelona o Valencia. Incluso mantuvieron siempre un crucero atracado en el puerto para evitar ideas tontas a los republicanos. Quede como resumen las palabras que dejó escritas García Oliver, del CCMA:
"Era terrible el resultado de aquella operación. Atraer sobre aquellas islas y sobre aquella parte del Mediterráneo al ejército, la aviación y la flota italiana. Justamente lo que habíamos querido evitar acumulando toda la fuerza del Comité de Milicias sobre el frente de Aragón y dejando las Baleares, bastante lejanas, como estaban desde el comienzo de la lucha, con Menorca, primera isla en valor estratégico en poder de la República, dominada por los anarcosindicalistas secundados por la guarnición militar de la plaza de suboficiales para abajo.
La interferencia de Bayo en connivencia con España, Comorera y Companys, mas las autoridades militares y navales de Valencia, nos había creado un segundo frente y ponía a dos pasos de Barcelona a la aviación italiana".O las que el propio Azaña dijo sobre esta aventura militar desde un punto de vista mas práctico.
"Disparatada y nacida de la tartarinesca vanidad, petulancia y desvariante ambición de algunos políticos barceloneses. Para cualquier persona enterada, militarmente era una improvisación loca. Gente allegadiza, sin mandos ni disciplina, sin espíritu combativo, sin material bastante, sin sanidad ni hospitales se lanza a desembarcar a viva fuerza en una isla bien defendida sin que a nadie, en Barcelona, se le hubiera ocurrido informarse en el Ministerio de la Guerra acerca de los recursos y fuerzas que podía haber en Mallorca."
Y para el que tenga tiempo y ganas, le recomiendo el breve diario de una miliciana que quedó abandonada en la huída y fue fusilada por los nacionales. El lado triste y humano que se suele olvidar en la Historia, pero que existe.
Hasta la próxima parte.
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