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El ejército ocupa la plaza de San Jaime después de rendir la Generalidad |
Independencia de Cataluña en 1934
El 6 de Octubre de 1934, el President de la Generalitat procamó la segunda declaración de independencia de Cataluña en lo que íbamos de República.
La primera ocurrío el 14 de Abril de 1931, el mísmo día que nacía la II República española.
Verás.
En medio de la euforia por el exilio de Alfonso XIII, Francisco Maciá aprovechó del vacío de poder para proclamar la república independiente de Cataluña.
Maciá venía reclamando el divorcio de los Reyes Católicos desde principios de siglo. Según el "avui", los intereses catalanes habían estado muy mal atendidos por Fernando II de Aragón.
No consiguió divorciarse del Estat Espanyol, pero la audacia le valió para convertirse en el Primer President de Catalunya. Lo primero que hizo fue renegociar el contrato nupcial y resucitar la Generalitat.
La concesión del Estatut restó fuelle a la causa independentista por una temporada. El goce de las delicias del Poder les quitó las ganas de gritar contra Madrit.
Pero como quiera que el entusiasmo político se nutre mejor con mueras que con vivas, no tardó en volver el inconformismo.
La chispa saltó el 25 de diciembre de 1933, Fun, Fun, Fun. Al bueno de Maciá no se le ocurre otra cosa que palmarla en plena Navidad sin haber nombrado heredero.
¿Y?
Que la elección del nuevo héroe del independentismo catalán reavivó viejas disputas dentro de Esquerra.
Verás.
Companys y los escamots de Estat Català
A Maciá le sucedió Lluis Companys.
Companys no pasó por las urnas. Era el lider mejor colocado tras la muerte de Maciá, puede decirse que heredó la corona de President por accidente. Había ganado popularidad con la negociación el Estatut en Madrit y contaba con el apoyo de los rabassaires: su caladero de votos particular en la campiña catalana.
Ya he hablado del sindicato de rabassaires y la ley de cultivos en el capítulo dedicado al golpe de Estado de 1934.
Por desgracia, a pesar de tan buen curriculum, el nacionalismo de Companys era demasiado tibio para los chicos de Estat Catalá, la facción más extremista de Esquerra Republicana.
Companys carecía del prestigio mítico de su antecesor. Ciertos sectores de Esquerra le acusaban de ser un indepe sobrevenido. Le reprochaban su pasado como abogado anarcosindicalista.
Las juventudes de Estat Català estaban comandadas por Josep Dencàs y su lugarteniente Miquel Badia, más conocido por "capitá collons" (no es coña, te juro que le llamaban así).
Los dos Bravehearts catalanes consiguieron arrebatar a Companys la presidencia de las juventudes de E.R.C.
La creme de la creme del las juventudes de Esquerra eran los "escamots": unas milicias de estilo mussoliniano y bravucón dedicadas a dar caña a todo lo que oliera a españolismo.
Provistos de correajes, lo mismo reventaban una manifa, que asaltaban la redacción de un periódico, o abrían la cabeza a quien dijera algo que no les gustara.
Todo por la independencia de la patria.
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Sin comentarios. |
A ser sinceros, hay que reconocer que el gustillo por lo marcial y totalitario era un vicio muy extendido entre la juventud de la época.
Si partimos de la base que también son dictaduras las del proletariado, las nuevas corrientes totalitarias europeas entusiasmaban por igual a jóvenes de derechas, izquierdas, independentistas y mediopensionistas.
A pesar de que sus aires fascistoides causaban repelús a los seguidores de Companys, lo cierto es que Estat Catalá no paraba de crecer. Companys carecía de una fuerza comparable a la de Estat Catalá.
Sus rabassaires eran campesinos dispersos y desorganizados, mientras que los xicots de Dencàs eran la punta de lanza del independentismo barcelonés, dispuestos siempre a poner orden a hostia limpia.
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Las juventudes de E.R.C. del Estado Catalán (JEREC) desfilando a lo Mussolini en Barcelona. |
Ante semejante panorama, al bueno de Companys no le quedó otro remedio que satisfacer sus exigencias para tenerlos contentos.
Tras la muerte repentina de Joan Selves, Companys tomó la peligrosa decisión de reemplazarlo por Josep Dencás en la consellería de Interior.
De un plumazo, el Braveheart catalán pasó a controlar todo el aparato de seguridad de la Generalitat.
Corría el mes de junio de 1934.
La declaración de independencia de Cataluña 1934
Cuando el 4 de Octubre entran los tres ministros de la C.E.D.A. en el Gobierno de Madrid, los escamots ya eran los pበtos amos de Cataluña. Deciden lanzar la Generalitat contra el Gobierno de Madrit.
Les acompañaba la Alianza Obrera (una coalición de socialistas y comunistas, de la que pasaron olímpicamente los anarquistas). La independencia les importaba una higa, pero apoyaban la revolución convocada por el Lenin español en el resto de España.
Total, que a última hora de la noche del 4-O declaran la huelga general en Cataluña, siguiendo las consignas de la Casa del Pueblo de Madrid.
Barcelona.
El viernes 5 de Octubre Barcelona amanecía paralizada. La tensión se palpaba en las calles.
Una comisión de la Alianza Obrera se entrevista con Conpanys en la Generalitat. Le preguntan cuando piensa romper con Madrit.
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Los guardias tratan de impedir que los huelguistas paralicen el servicio de tranvías en Barcelona. (Revista Crónica 28/10/1934) |
La Humanitat (periódico oficial de E.R.C.) publicó ese mismo día en su portada:
"La ciudadanía catalana puede considerarse movilizada, que cada uno ocupe su puesto".
El editorial terminaba diciendo: "El Presidente dirá la palabra necesaria en el momento oportuno, mientras tanto cada uno en su puesto".
No se como lo verás tu, para mi que el recién nombrado Ministro de Interior en Madrid no leía la prensa catalana. Fíjate lo que declaró a última hora de la tarde:
"el gobierno de la Generalidad mantiene con todo rigor el orden y este propósito ha sido manifestado expresamente por el consejero de gobernación, señor Dencás, en la conferencia telefónica que en términos muy cordiales ha sostenido conmigo."
El Ministro estaba más perdido que un mudo en un caraoke porque Companys jugaba al despiste: empezó dando largas.
Su plan era mantenerse en una "neutralidad expectante": esperar a ver como evoluciona la rebelión en España, para inclinarse en socorro del vencedor.
Las noticias que llegaban de Asturias eran alentadoras, pero Companys no contaba con que los de la Alianza Obrera querían quitarle la careta.
Convocaron el sábado 6 por la tarde una manifa en la Plaza de Cataluña.
Desfilaron por las ramblas en filas de a cuatro, en plan militar pero sin armamento. Lo cierto es que lo tuvieron muy escaso porque Dencàs dio prioridad a sus "xicots".
La manifa se fue concentrando frente a la Generalitat con una pancarta que decía: “Alianza Obrera” ,“Exigimos la República Catalana”.
Mientras, Dencás concentró sus escamots en la plaza de la Universidad. Les pasa revista y reparten Winchesters nuevecitos junto Remingtons roñosos procedentes del somaten. Acto seguido ocupan las principales calles de la ciudad y se dedican a cachear a los transeúntes.
Coches y camiones requisados con la bandera catalana recorrían el centro de Barcelona a toda velocidad.
Dencás mandó venir a todos los mossos d´esquadra y guardias de Asalto a las órdenes de la Generalitat.
Grupos de independentistas armados aguardaban las órdenes del “general en cap” atrincherados en los locales de esquerra.
Todo estaba preparado, sin embargo fue pasando la tarde del sábado y Companys seguía sin decidirse... El ambiente se puso tan tenso, que Dencás se presentó en la Generalitat para ponerlo entre la espada y la pared: El griterío exigiendo la república Catalana se colaba por las ventanas.
Los chicos de Estat Catalá se juntaron con los de Alianza Obrera. Todos coreando al unísono en la plaza de Sant Jaume.
El gentío en el casco histórico contrastaba con las calles desiertas del resto de Barcelona.
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Los manifestantes exigen a Companys la República Catalana en la plaza de San Jaime. |
Companys tenía que decidirse si quería evitar que hunos le acusaran de fascista y los hotros de traidor españolista.
Por fin, a las 20:00 la radio anuncia que que el honorable President va a dirigir una alocución al pueblo catalán.
En el balcón de la Generalitat izan una bandera con la estrella roja de Esquerra, pero una tremenda pitada les obliga a cambiarla por la senyera.
* * *
Madrid.
Los periodistas que hacían guardia a la puerta del despacho del Presidente lo ven salir visiblemente emocionado.
Sin declarar el motivo, Lerroux manifestó que se dirigía al Ministerio del Interior para celebrar una conferencia por teletipo con Barcelona “para evitar que fuera intervenida”.
Acababan de informarle lo que estaba pasando en Barcelona.
Lerroux llegó a las 19:30 al Ministerio del Interior (el edificio de las campanadas de Nochevieja) para reunirse con sus ministros.
Primero deciden extender el Estado de Guerra a toda España (hasta ese momento solo estaba vigente en Asturias).
Lerroux estaba conferenciado con el Capitán General de Cataluña (general Domingo Batet), cuando el Ministerio sufre un intento de asalto por grupos socialistas que avanzan por la Puerta del Sol y el callejón de San Ricardo.
Las fuerzas de seguridad toman posiciones para defender al Gobierno y los transeúntes corren a refugiarse en tiendas y portales.
El Presidente redacta una alocución a la ciudadanía mientras se escuchan los tiros de fondo. Las radios la retransmitieron a las 22:00. Lerroux de dirigió a los españoles "con la voz velada por la emoción, pero sin desfallecimiento en el ánimo y en plenitud de facultades oratorias para llegar al corazón del pueblo" (El Liberal, 14/10/1934).
Fue publicado en la Gaceta del día siguiente (B.O.E. de la época).
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A pesar de la vigencia del Estado de guerra, el domingo 7 se celebró en la Puerta del Sol una manifestación espontánea de adhesión al Gobierno y por la unidad de España. |
Companys declara el Estado Catalán de la República Federal Española
A eso de las 20:15, en el balcón de la Generalitat apareció Luis Companys rodeado de sus consellers y altas personalidades de Esquerra. Un altavoz acalla los aplausos:
Atenció! Atenció Catalans! Va dirigir la paraula l'honorable president de la Generalitat.
En medio de un silencio expectante, el President lee con voz temblorosa su histórica alocución:
“las fuerzas monarquizantes y fascistas (..) han asaltado el poder (..) predican el odio constante y la guerra contra Cataluña (..) solidaridad con los hermanos de las tierras hispanas que luchan hasta morir por la libertad (..) proclamo el Estado Catalán de la República Federal Española (..) invito a los dirigentes de la protesta general contra el fascismo a establecer en Cataluña el gobierno provisional de la República, bla, bla, bla, Visca. Visca.
Ca-ga-te-lo-ri-to.
Las fuerzas "monarquizantes y fascistas" habían llegado al Gobierno porque habían ganado las elecciones. Además:
¿Dónde estaba ese Gobierno provisional? ¿Quién había hablado de una República Federal Española?
Hoy día sigue siendo un misterio.
Lo único que había encima de la mesa era una insurrección armada organizada por el P.S.O.E. para adueñarse del Poder en España.
Las palabras de Companys comprometían a Azaña.
¿Por qué lo digo?
Porque días antes se había dejado ver manteniendo reuniones con Companys y sus consellers. Azaña se alojaba en el hotel Colón, nada más empezar la insurrección corrió a esconderse en la casa del doctor Gubern, un secretario de la Generalitat.
Cuando llegó la policía, Azaña intentaba ocultarse en el vano de un balcón.
Bien.
Esa misma mañana, su partido había dado la siguiente nota de prensa:
"La izquierda Republicana declara que el hecho monstruoso de entregar el Gobierno de la República a los enemigos, es una traición. Rompe toda solidaridad con las instituciones actuales del régimen y afirma su decisión de acudir a todos los medios de defensa de la República".
¿Cuales eran esos medios?
En 1935 escribió un libro exculpatorio titulado "Mi rebelión en Barcelona". Según su testimonio, el 28 de septiembre había ido a un entierro y se quedó a pasar unos días "de asueto" en la ciudad.
Aseguró que si en la noche del 4 al 5 de octubre mantuvo reuniones con Companys y Dencás en la Generalitat, fue precisamente para tratar de convencerles de que no se sublevaran.
¿Te das cuen?
Pues después de mucho poner el VAR, los oxpertos en historia subvencionada aseguran que Azaña no cometió falta en ataque, como mucho fuera de juego.
Las 10 horas de independencia catalana en 1934
Lo primero que hizo Companys tras el discurso fue telefonear al general Domingo Batet para exigirle la adhesión del ejército al nuevo Estado catalán.
Batet contestó que por teléfono le daba la risa, mejor por escrito.
El bueno de Companys ya sabía lo que significaba la actitud de Batet, de todas formas mandó al Director General de Trabajo (un tal Tauler) que llevara la nota oficial a la Comandancia.
Al leerla, el general manifestó que solo tenía una respuesta y entregó a Tauler un ejemplar con la declaración del Estado de Guerra.
Era el típico bando de guerra de la época, al que Batet quiso dar un toque personal en el último párrafo:
"Como catalán, como español y como hombre que sólo mira y aspira al bien de la Humanidad, lamento este momento y espero de la cordura de todos que no se dará lugar al derramamiento de sangre".
Lo que ocurrió después puede calificarse de astracanada, si no fuera porque hubo cerca de 50 muertos y 100 heridos.
Verás.
Dencás se había negado a entregar armas a los sindicatos, más bregados en estas lides.
Se jactaba de que se las arreglaba el solito con sus scamots, pero acabó resultando ser un Braveheart de Playmobil.
Después de unas horas de asedio, se quitó de en medio por una salida secreta que comunicaba el edificio de la Consellería de Interior con las cloacas de Barcelona.
Como lo oyes.
Salió a la calle por un emisor de aguas fecales de la playa de Somorrostro, y huyó a Francia llevándose 11.000 pesetas del Fondo Social de Obras Benéficas de Barcelona.
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Un proyectil sin espoleta hace un boquete en el balcón principal de la Generalidad. (Obsérvese el altavoz instalado a propósito para arengar al "pueblo"). (Mundo Gráfico 17/10/1934) |
Lo más gracioso es que, antes de salir por patas, Dencás se pasó la noche retransmitiendo estrafalarias alocuciones radiofónicas que pudo escuchar en directo todo Barcelona.
No te lo pierdas.
Empezó pidiendo que se quedaran en casa los que no tuvieran órdenes específicas de defender la República.
Posteriormente aseguró que el ejército español estaba siendo repelido por las "fuerzas regulares” de Cataluña.
Pero según avanzaba la noche, pasó a lanzar angustiosos llamamientos solicitando ayuda.
Como no aparecía ni Dios, acabó pidiendo auxilio en español a los hermanos de "todos los pueblos de Iberia", y lo apostilló con un estentóreo "Viva España" que dejó alucinados a propios y extraños.
De fondo se escuchaban descargas de fusilería y el tableteo de ametralladoras.
“Naturalmente, esto daba al receptor una calidad emocional enorme” (Revista Crónica. 14/10/1934, pag. 13)
"Esas voces de desesperación y de angustia, ponían el alma en un puño. Daban pena y dolor." (Mundo Gráfico, 24/10/1934, pag. 19)
Fue la noche más larga de su vida.
Entre parrafada y parrafada, la radio pinchaba sardanas, muchas sardanas, junto con Els segadors, la Marsellesa y hasta música religiosa.
Patético. Los propios indepes se lo habrían cargado de haber podido.
* * *
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Cuando llegaron los primeros legionarios a Barcelona (día 9), Batet ya había solucionado el problema. (Crónica, 14/10/1934) |
En síntesis:
la mayoría de los catalanistas juzgó oportuno marchar a su casita, sin pegar un solo tiro.
Los que lo intentaron, se dieron cuenta demasiado tarde que ir los domingos a bailar al local de Esquerra, era más divertido que jugarse el pellejo a tiros.
Los xicots se pasaron la noche atrincherados en sus locales pidiendo refuerzos al "Capitá Collons", mientras este permanecía parapetado en una azotea.
Batet pudo haber hecho una escabechina, pero optó por ponerles cerco y dejar que se cocieran en su propia salsa.
Se rindieron de madrugada, tras unos cuantos cañonazos sin carga explosiva.
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Estado de la fachada del Centro Autonomista de dependientes de Comercio. (Mundo Gráfico 17/10/1934) |
La peor parte se la llevaron los del Sindicato autonomista de dependientes de comercio (CADCI).
A los muy pardillos no se les ocurrió otra cosa que atacar al piquete que estaba leyendo el bando de guerra en Santa Mónica (murió un sargento), para salir corriendo después a refugiarse en su sindicato.
Resulta que el local estaba situado frente por frente al desaparecido cuartel de artillería de Atarazanas.
Pan comido.
Los artilleros no tuvieron que perder tiempo transportando piezas, ni calculando trayectorias: tiro tenso a la acera de enfrente, puerta a puerta.
Murieron tres independentistas. Los demás huyeron por una ventana que daba al patio trasero del edificio.
A las 06:00 de la mañana colgaron del balcón de la Generalitat el mantel blanco donde habían servido la cena a Companys y sus consellers.
La República catalana había durado 10 horas.
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El día 8 se celebró el multitudinario entierro en Barcelona de "los militares muertos en cumplimiento de su deber durante la revuelta" (Revista Crónica 14/Oct/1934) |
Epílogo de la República Catalana de 1934
Los golpistas fueron inmediatamente amnistiados tras la victoria del Frente Popular en las elecciones de febrero de 1936.
El 3 de marzo Companys retornó a la Presidencia de la Generalidad y restituyó a todos sus antiguos consellers... excepto a Dencàs.
Con eso, creo que está dicho todo.
* * *
Este artículo forma parte de una trilogía:
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