Agustín de Figueroa.
Corría el 24 de Junio de 1936.
Noche veraniega en Madrid, Agustín de Figueroa escuchaba de labios de su amigo Federico García Lorca la lectura de su última obra: “La casa de Bernarda Alba.”
Lorca pensaba estrenarla en Octubre en la capital, pero hubo que esperar al estreno hasta 1945. Finalmente fue en Buenos Aires.
La vida de ambos daba un giro inesperado un mes después de aquella velada. Estallaba la guerra civil.